miércoles, 21 de diciembre de 2016

HISTORIA, GEOGRAFIA, ORGANISMOS PUBLICOS Y PAISAJES DE LA PARROQUIA ESTANQUES, MUNICIPIO SUCRE DEL ESTADO BOLIVARIANO DE MERIDA - VENEZUELA

Estanques, Portal de los Pueblos del Sur, 

Mérida - Venezuela

 
La población de Estanques pertenece al Municipio Sucre del Estado Bolivariano de Mérida, en Venezuela, situado a 45 minutos de la ciudad de Mérida y a 20 minutos de la ciudad de El Vigía.

Estanques es un pequeño pueblo que se encuentra a 40 kilómetros de la ciudad de Mérida, queda por la carretera que conduce de la ciudad de Mérida a la ciudad de Tovar, Bailadores, y en dirección a la población de Canaguá. Es un centro poco poblado, tiene mucha importancia su Capilla, no por su tamaño sino por su antigüedad.
Consta en su casco principal de un pequeño poblado, una escuela nacional, un ambulatorio, restaurantes, bodegas, licorerías, empresas relacionadas al área de construcción, un complejo recreacional (privado), una Casa Municipal donde funcionan tres (3) entes del Estado, un centro de experticias de la Policia Nacional Bolivariana y por supuesto la Capilla de La Santa Cruz de Los Estanques. Unos metros después de la iglesia, se encuentra la entrada que conduce a varios caseríos pertenecientes a la Parroquia Estanques, vale mencionar: La Labranzas, Mocochopo, La Aguada de León, La Cuesta, Quirora, San Pablo, San Antonio, El Rincón, El Filo, Tusta, El Hato, entre otros, también es la vía para llega a la población de Canagua y a otros Pueblos del Sur. Los techos de algunas casas son de tejas, lo que le dan un aspecto de verdadero pueblo añejo.
Estanques es un pueblo muy antiguo, pues su nombre aparece en documentos que refieren a la fundación de Mérida, Estanques comienza con un pequeño caserío, que fundo el Capitán Juan Márquez de Estrada alrededor de una hacienda de cacao, que hizo celebre su dueña Doña María Ramírez de Urbina, este pueblo fue una hacienda de cacao de propiedad privada, su dueña era viuda, rica, religiosa y espiritualmente culta, su pasión fue embellecer su hacienda, particularmente la capilla dedicada a la Santa Cruz, la cual se construyó por tallistas, artífices artesanos y los decoradores más famosos donde coloco un altar de madera tallado al fuego.
La comunidad de Estanques, está conformada por una Calle Principal, que finaliza en el Complejo Turístico Recreacional Vegasol, de igual forma cuenta con recursos culturales, muy significativos para la población, como las Fiestas Patronales en Honor a la Santa Cruz de Estanques, que es la patrona de los Estanqueros, siendo el nombre que caracteriza a su gentilicio, celebración que se realiza desde el catorce (14) al treinta (30) de septiembre con exposiciones artesanales, actividades deportivas, cabalgatas de caballos, misas y se elige en un majestuoso evento la reina que representara a Estanques en diferentes actividades.
La iglesia tiene una placa que dice Capilla de La Santa Cruz de Los Estanques, fundada por doña María Ramírez de Urbina - Siglo XVIII. Rehabilitada por el Gobierno Revolucionario Bolivariano del Estado Mérida, bajo la gestión de Florencio A. Porras Echezuría, Gobernación del Estado Mérida, Corporación Merideña de Turismo CORMETUR, Abril 2006. Esta capilla, de sencillo estilo colonial, ha sido declarada Monumento Nacional.

HISTORIA GEOGRÁFICA DE LA PARROQUIA DE ESTANQUES

La Parroquia Estanques forma parte del Municipio Sucre del Estado Bolivariano de Mérida, este municipio forma parte del eje o bio región denominado Metropolitano, juntos a los municipios Libertador, Campo Elías y Santos Marquina y se encuentra situado al sur-oeste del estado, la Parroquia Estaques se encuentra ubicada hacia la vertiente Sur del Rió Chama, posee una altitud que va desde los 1.300 (las comunidades de Estanques y Sabaneta) hasta unos 2.800 msnm (las comunidades de el Rincón del Jarillal, Quirorá, San Pablo), aproximadamente; lo que le permite tener una variedad productiva abundante, entre las que se destacan las hortalizas y verduras tales como: El café, apio, zanahoria, cilantro, tomates, cebolla, papa, pimentón, cambur, cacao, frutales varios entre otros, es bueno resaltar que hay un espacio en la localidad donde se desarrolla el comercio de dichos rubros.
La Parroquia está conformada por 17 comunidades, con una población aproximadamente de 7.500 habitantes (Censo 2011 INE: 4.284 Habitantes), donde interactúan 31 Consejos Comunales, hacen vida 7 Cajas Rurales y 5 Comités de Riego activos, lo que le da a la parroquia una posición organizativa importante, con experiencia en el manejo de recursos propios en el ahorro y crédito a través de sus cajas Rurales, la administración de recursos nacionales que desde sus consejos comunales les ha permitido mejorar sus vías de penetración, sus escuelas, dispensarios, sistemas de riego o acueductos, auto financiamientos para sus proyectos productivos o necesidades más urgentes, en el 2010, se conformó la Asamblea Agraria de la Parroquia de Estanques organización que tiene su fundamento legal en la Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía Alimentaría. 
En el sitio que hoy ocupa el poblado, había una famosa hacienda de cacao llamada Los Estanques, que tenía su propio capellán y donde trabajan unos 150 esclavos, la misma fue fundada por doña María Ramírez de Urbina, nacida en San Cristóbal, hija de un capitán y viuda del también capitán Felipe Márquez de Osorio, personajes éstos de buena posición económica. Esta señora se dedicó a embellecer la capilla con valiosísimas imágenes de santos traídas de diferentes partes. Para construir el altar de madera de caoba, dorado al fuego trajo a los artesanos que habían trabajado en la capilla del Rosario de Tunja. Con el tiempo fue "saqueada" por coleccionistas caraqueños y extranjeros, especialmente en la época de la Guerra Federal. El caserío fue fundado por el Capitán Juan Márquez de Estrada y en la época de la colonia los viajeros que transitaban por allí podían pernoctar en la hacienda.

Del Antiguo fundo de cacao no queda absolutamente nada, y la casa de la hacienda, al frente de la cual unos bancos rústicos de madera hacían corro a un viejo árbol, fue demolida hace varios años. En sus aldeas montañosas se practica la agricultura y en los terrenos áridos de los alrededores, la ganadería Carina extensiva, se cultiva la artesanía a base de fibras y se elaboran tejidos que utilizan como materia prima juncos, fique (agave) y la corteza seca del tallo del plátano y la rafia, con las cuales se elaboran bolsos, esteras y sombreros.     
 
Según Luis Bastidas Valecillos (2008) menciona que: Los documentos históricos coloniales señalan, por un lado, que lo que hoy en día conocemos como Cordillera Sur de Mérida, estaba poblada para finales del siglo XVI por varios grupos indígenas e indican esos testimonios escritos que fue el Capitán Juan Maldonado y sus hombres en el año 1559 los primeros europeos en tener contacto con estos antiguos moradores de la Cordillera Sur; no obstante por otro lado se afirma en otras fuentes escritas, que ya el Capitán Juan Rodríguez Suárez, en su primera incursión a la Cordillera de Mérida había entrado en contacto con los pobladores en el año 1558, de lo que ellos llamaron Estanques:
 

Hallaron los españoles que en este pueblo había a la puerta o junto de cada bohío una poza grande y bien hecha y honda en que los indios recogían el agua que podían para regar sus labranzas y legumbres; porque como en esta parte, por causa del mucho calor del sol, sea la tierra muy seca, hay gran necesidad de ser socorridas las labores con agua de pie, lo cual hacen los indios fácilmente por medio de los estanques o aljibes, y por causa de ellos fue el pueblo llamado Estanques (Aguado, 1987: T. II: 400).

 Por otra parte, en la tradición oral que manejan los pobladores de Estanques, se representa y se recuerda a La Urbina como la fundadora del pueblo de Estaques, según esta tradición, ella era una española muy acaudalada que mandó a construir la actual Iglesia de Estanques, es por eso que los restos mortales de La Urbina yacen en la iglesia del mencionado pueblo. La historia oral de la localidad señala que al momento de la fundación de Estanques, La Urbina llegó con 1500 esclavos procedentes de Puerto Cabello. En otro Pueblo del Sur, específicamente Mucutuy, se afirma que son indígenas provenientes de Timotes quienes acompañaban a La Urbina a su llegada a Mucutuy. Recordemos que durante el periodo colonial, Estaques fue una zona en donde hubo un relativa concentración de población de origen africano, (Rodríguez, 1985: 26) mientras que para la misma época, el territorio de la zona del Páramo y de los Pueblos del Sur estaba, en su mayor parte ocupada por poblaciones indígenas.

 
EXTERNALIDADES POSITIVAS DEL SECTOR ESTANQUES

La comunidad de Estanques es un punto de confluencia de las  vías que van hasta el Municipio Arzobispo Chacón, municipio con una alta tradición productiva; confluye la vía principal que atraviesa todo el eje Mocotíes, un eje con vocación agrícola respetable en los Andes Venezolanos, de varios rubros vegetales y especies animales, es el punto donde se encuentran los túneles de Estanques que son parte de la Autopista Rafael Caldera que se une a la troncal 007, que enlaza a las ciudades de Mérida, Ejido, San Juan, Lagunillas, El Anís, Estanques y nos comunica con la ciudad de El Vigía, Capital del Municipio Alberto Adriani, entre Estanques y el Anís, se encuentra el acceso a la población de Chiguará, capital de la Parroquia Chiguará es por ello que geográficamente la Comunidad de Estanques, sede Civil de la parroquia del mismo nombre es estratégica dentro de la zonas productoras agrícolas del Estado Mérida.

Es un punto de confluencia de bio regiones o ejes productivos distintos, con una gran variedad de pisos altitudinales en las que se producen una gran cantidad de rubros agrícolas y pecuarios tales como: ganado vacuno bovinos, equinos, porcinos, y caprinos entre otros lo que le da una ubicación estratégica elemental dentro de la geografía merideña.

RESEÑA HISTÓRICA DE LA PARROQUIA DE ESTANQUES

La Parroquia Estaques del Municipio Sucre, Estado Mérida, está ubicada en la Vía Panamericana específicamente donde se inicia el túnel de la Autopista Rafael Caldera, al norte de la ciudad de Mérida, aproximadamente a 45 minutos de la capital, cuenta con una población de siete mil quinientos habitantes (7.500), aproximadamente, conformada por doce (12) Aldeas, y treinta (30) Consejos Comunales que están debidamente conformados, sus ingresos económicos son adquiridos a través de las siembras, ya que su principal fuente de ingreso es la agricultura.

Lugar que apasiona por la esencia de su historia, cultura y tradiciones, que se ha venido enriqueciendo desde su doblamiento (1586) por el trabajo de su gente. Su historia ha llevado a la inspiración a escritores, poetas e historiadores.
Tierra de trabajo noble y leal invito a conquistadores y colonizadores al disfrute de sus riquezas. En sus orígenes, Estanques fue una ranchería indígena. Según el cronista FRAY PEDRO DE AGUADO (1538-1589), los indios recogían el agua para regar sus campos en estanques los que denominaban CHIMPUES” por lo que los españoles bautizaron este sitio con el nombre de ESTANQUES.

En 1592 JUAN MARQUEZ, natural de España pobló la región de los Estanques en calidad de encomienda, unos de sus descendientes, don Felipe Márquez Osorio nacido en 1693, fue heredada esta rica hacienda con plantaciones de cacao, cañaverales y varios trapiches, por Doña Maria Ramírez de Urbina, su esposa.

En 1740, Miguel de Santistevan relata que en la hacienda de los Estanques se cogen cada año 150 cargas de cacao, y Basilio Vicente de Oviedo en 1761 escribe que la hacienda de los Estanques es muy cuantiosa, que produce muchísimo cacao y tiene mas de 150 esclavos.

ACONTECIMIENTOS BÉLICOS MILITARES ACAECIDOS EN ESTANQUES

En 1558 ocurrió en Estanques el primer encuentro de los indios del valle del Chama “que tenían fama de fieros guerreros entre las tribus de la región” con el Capitán Juan Rodríguez Suárez, fundador de Mérida, cuando se iniciaba la penetración española en la zona.
Entre 16 al 18 de febrero en 1813 se da la Batalla de Estanques iniciada en la antigua carretera del Portachuelo Viejo, El Libertador Simón Bolívar descansó en la plazoleta llamada "La Glorieta" donde había un tamarindo en la entrada de Estanques.
El 19 de Mayo de 1813, durante la Campaña Admirable, Bolívar sale de Bailadores y pasando por Estanques llega a Mérida el día 23 de mayo.
El 18 de Febrero de 1814, durante la Campaña Admirable, Jose Antonio Páez bajo las órdenes de capitán Antonio Rangel, derrota al comandante Aniceto Matute en el sitio conocido como Estanques.
El León de Payara, como le decían a José Antonio Páez, era un genuino llanero, muy astuto; astucia que utilizó muchas veces durante las batallas que libró para lograr la libertad de Venezuela. Con su gesta heroica se ganó a sangre, sudor y valor el título de Libertador de los llanos.

En cierta ocasión, en la hacienda El Estanques, estado Mérida, se enfrentó José Antonio Páez contra los españoles, teniendo solamente 15 soldados, quienes huyeron en un momento determinado del combate, dejándolo solo.

La pelea se realizó en un desfiladero, donde sólo podía pasarse de uno en uno. Viéndose íngrimo y solo ante el enemigo, Páez fingió varias voces dando vivas a la patria y disparando, treta con la cual rindió a los españoles, tomó ocho prisioneros, la bandera del Rey de España y municiones para la tropa patriota.

El 28 de Septiembre de 1820, durante la campaña del año 1820 para liberar a la Nueva Granada, el Coronel Antonio Rangel participa en celebre acción de Estanques contra el Coronel Tello, la división general realista la torre.

Antes de la independencia, la lucha era por la libertad. En la “Hacienda de Estanques”, donde ya para el año 1823 solo había mujeres esclavizadas, debido a que los hombres se “reclutaron” para integrar el Ejército Libertador.

El 30 de Diciembre de 1884, el comandante Felipe Codina se enfrenta al coronel Víctor Gutiérrez

En agosto de 1899, durante la Revolución Liberal Restauradora, Cipriano Castro recorre a Estanques rumbo a Mérida.
El 30 de octubre de 1899, el caudillo Emilio Rivas enfrenta a las fuerzas revolucionarias en puente real.     

Chiossone, citando a José Antonio Páez en su autobiografía, nos dice: "Marcharon las fuerzas patriotas de Lagunillas hacia Estanques. Llámase así un sitio donde está fundada una famosa hacienda de cacao, en cuya casa se encontraban los godos. Hubo un pequeño tiroteo que no tuvo más resultado que la retirada de los godos hacia Bailadores" (Autobiografía del general José Antonio Páez, tomo I, p. 91).

En las crónicas de Fray Pedro Aguado aparece que el sitio toma ese nombre porque frente a cada bohío había un pozo, grande y bien hecho, de donde los indios tomaban el agua para regar, que los españoles llamaban "estanques".
 

UCHUARA DE ESTANQUES

Según Luis A. Ramírez M. (2022): Los indígenas de Estanques conocidos como iguaráes eran fieros guerreros y por tanto temidos por sus vecinos, quienes no se atrevían acercarse al poblado y solo lo podían hacer aquellos a quienes se les permitía. Por esa razón, aun conociendo de la llegada de los ibéricos permanecieron en sus casas hasta que los peninsulares ingresaron a su poblado aterrorizándolos con sus caballos de tal forma que huyeron, al mismo tiempo que los hispanos los persiguieron y apresaron a algunos, quienes se defendieron con fiereza, pero su inferioridad defensiva por la carencia de las armas les hizo rendirse, mientras otros fueron asesinados.

La estructura del vecindario llamó la atención de los invasores porque hallaron en cada puerta de sus casas una “poza grande y bien hecha y honda en que los indios recogían agua para regar sus labranzas de legumbres” y ello se requería porque los suelos eran muy secos, por esa razón los españoles llamaron a ese pueblo “Estaques”, aunque su nombre indígena era Uchuara y en adelante se denominó Uchuara de los Estanques. Los iguaráes fueron repartidos por el capitán Juan Rodríguez Suárez y entregados a su compañero de su mayor confianza, en capitán Juan Andrés Varela, a quien le asignó 130 casas de visitación y asimismo se le concedió a Jerónimo de Aguado 100 casas de visitación de la misma parcialidad situadas “desde la entrada de los dichos estanques, comenzando a contar por la parte del vado hasta los dos bujíos que están en una chuchilla abajo hasta el río de Chama”.

Es importante examinar las crónicas para determinar la ubicación de  ese asentamiento porque comúnmente se considera que éste corresponde al sitio donde está actualmente el poblado conocido como Estanques, pero no es así, porque éste se sitúa en el área ocupada por la casa de hacienda de don Pedro Márquez de Osorio y su esposa doña María Luisa Ramírez de Urbina, cuyos terrazgos fueron mercedados a Juan Márquez de Betancour en el siglo XVI. En ese sentido es importante hacer notar que en la descripción de Aguado se afirma que este poblado quedaba “a la otra banda del río Chama” entendiendo que la ruta que seguían los españoles era de este a oeste, lo cual ubicaría al poblado en la ribera occidental del río y luego se dice que para poder pasar el río Chama debieron ir “algo arriba” para poder vadear el río Chama, que en ese sector es muy caudaloso y sus aguas se deslizan con mucha fuerza porque están encajonadas, pero tanto Aguado, como también se refiere en la asignación de los repartimientos de indígenas, se hace expresa mención de un “vado”, lo cual hace presumir de la existencia de un área en la que se podía atravesar esa corriente. Del mismo modo es preciso indicar la ruta que siguieron los ibéricos y después de abandonar el pueblo de Estanques, quienes avanzaron por las montañas y hallaron el pueblo del Arcabuco o Pueblo Quemado, luego siguieron hasta La Sabana y finalmente llegaron a Lagunillas, lo cual coincide con las evidencias expresadas algunas décadas después que son más específicas sobre la situación de Uchuara de los Estanques.

En ese sentido, en otros testimonios se afirma que la aldea indígena de Uchuara se situaba en un sitio inmediato adonde circulan las caudalosas corrientes del río Chama que se encajonaban entre las montañas ubicadas en sus márgenes, por cuya razón discurrían rápidas y con tan velocidad que impedían su cruzarlas durante todo el año, por cuya razón los indígenas habían colocado una tarabita para transitar de una a otra orilla, de esa forma fue descrito al decir que junto a los aposentos del pueblo de los Estanques “pasa un río muy grande y caudaloso, el cual no se puede pasar la más del tiempo del año”. Ese lugar representó para los iguaráes un poderoso vínculo de arraigamiento e identificación cuya trascendencia se prolongó a lo largo del período colonial y les posibilitó mantener estrechos lazos con su tradición ancestral y con su conciencia de grupo.

 

LA TARABITA DE ESTANQUES (MÉRIDA-VENEZUELA)

Luis A. Ramírez M. (2021): Las tarabitas fueron un instrumento de transporte fabricadas con una cuerda trenzada atada a dos postes ubicados en los extremos de los acantilados u orillas de un río, a las cuales se amarraba una cesta o cabina en donde se colocaban pasajeros o carga, la que era tirada desde un extremo a otro para hacerla avanzar, como ocurrió en Estanques (Mérida-Venezuela). 

A partir de 1558 y como resultado de la expedición encabezada por Rodríguez Suárez se construyó el camino real que comunicaba a Mérida con La Grita, San Cristóbal, Pamplona y Santa Fe de Bogotá, constituyendo la principal arteria de los Andes venezolanos. Ese camino real se enlazaba con otras vías, que no eran reales, aunque el vulgo los denominara de esa forma. Según la tipología utilizada por Jáuregui se les designa como transversales y vinculaban disimiles espacios, en especial con el sur del lago de Maracaibo, cuyo territorio se reveló con especial importancia, porque sobre él se construyó esa tan necesaria vía, que integró las rutas terrestres, fluviales y lacustres para conectar Mérida con el Caribe y Europa. La finalidad era establecer el intercambio comercial de harinas, bizcochos, lienzos de algodón, conservas, cacao y tabaco, productos de trascendental importancia desde inicio del período colonial hasta avanzado el siglo XIX, cuya producción fue impulsada por su continua y creciente demanda en los mercados extranjeros

 

LA CONSTRUCCIÓN DE LA TARABITA DE ESTANQUES

Una de las mayores dificultades en la cimentación de los caminos en la imponente topografía emeritense fue franquear los cauces de los caudalosos ríos, cuyas fuertes y torrentosas corrientes representaron un extraordinario obstáculo para atravesarlas. Por ello, en aquellos sitios que se podían vadear  las corrientes se requirieron guías expertos, conocidos como baqueanos, cuyo oficio era dirigir a los transeúntes y las arrias para cruzar los cauces, al transitar sobre los lechos de las cañadas, cuidando de que el nivel de las aguas no se elevara por encima de las rodillas de las bestias, porque de lo contrario se mojaban los productos que transportaban, arruinándolos definitivamente. En otros casos, las profundas hondonadas y las rápidas torrenteras hacía imposible vadearlos, por lo cual se precisaba la disponibilidad de puentes; pero en aquella época no era factible acometer esas fábricas debido a los reducidos recursos, tanto de capital disponible como de la capacidad tecnológica necesaria

Esas insalvables barreras estaban presentes en la encrucijada que articulaba el camino real de Mérida con la vía de Francisco Izquierdo de Villalpando, que descendía por el monte de Chiguará hasta llegar al sitio de Iguará de Estanques, por donde discurría el Chama, cuyas turbulentas y rápidas aguas se deslizaban sobre un anchuroso cauce, encajonado entre dos escarpadas laderas: un río muy grande y caudaloso, el cual no se puede pasar a más del tiempo del año , debido a que era imposible construir un puente y también vadearlo, porque aquellos que habían intentado cruzarlo habían perdido su vida, como se relató en 1602, cuando se refirió que allí se había ahogado mucha gente arrastrada por las vertiginosas corrientes del río Chama.

Esas temibles y adversas condiciones motivaron que a finales del siglo XVI se recurriera a la utilización del sistema prehispánico de la tarabita, que permitía transitar sobre aquellas fatídicos torbellinos. En consecuencia, en dos sitios por donde discurría el río Chama fueron fabricadas tarabitas: la primera  en Puente Real, la cual en 1671 fue sustituida por un puente tendido sobre el río grande o de los Estanques, construido por Felipe Márquez de Osorio, según una relación fechada en ese año. La segunda fue la tarabita de Estanques construida sobre un paso del camino real que discurría entre Lagunillas y el primer vado del río de Mocotíes (actual Santa Cruz de Mora). Lo más probable es que estuviera funcionando hacia 1580, aunque en la visita de Francisco de Berrio no se le menciona, pero es indudable que ya en 1602 para transportar la producción de los valles de San Miguel y Mocotíes era preciso ir por él [camino], se pasa a cabuya amarrado y tirado de indios, al pueblo de la hacienda de Estanques, cuya excepcional importancia se reveló durante las primeras décadas del siglo XVII, puesto que de ella ni los señores arzobispos ni los presidentes se pueden librar, si suben a la capital del nuevo reino por el camino de Mérida y Pamplona porque deben pasar por el aire los ríos de Chama y Chicamocha. Esa necesidad determinó el compromiso del cabildo de Mérida para sufragar los costos ocasionados para su instalación y mantenimiento, los que  fueron financiados con la renta de propios del Ayuntamiento a partir de 1621.

 

LA TECNOLOGÍA DE LA TARABITA DE ESTANQUES

 
La estructura de la tarabita de Estanques se construyó a partir del tendido de una cabuya atada a dos pilares fuertemente fijados a ambas orillas de río, denominados morones, que deberían tener 20 o más varas de altura sobre las aguas. Por tanto, se ubicaban bien elevados en el aire; uno se ubicaba en la margen derecha consistente en un corpulento árbol, mientras en la margen izquierda había gran poste de madera clavado en el suelo, apuntalado sobre un montón de rocas amontonadas a manera de contrafuerte. En esos soportes se enlazaba una sólida cuerda de cuero de res o maroma, fabricada con 24 rejos o cuerdas de cuero retorcidos. En ella estaba pendido un garabato de madera fuerte atado con dos sogas fijas en las dos partes ínfimas, a las que se amarraban dos aros corredizos fabricados con bejuco del tamaño de una collera de caballo. En esos aros se sujetaban dos mecates o sogas que enlazaban a cada uno de dichos anillos, sobre los cuales se colocaba un aparato en forma de cesta o cabina, fabricada con una especie de camilla compuesta de marcos de palos fibrosos a los cuales va cosido el cuadrado asiento de cuero, instalado y dispuesto para su uso en la margen desde donde se iniciaba el tránsito denominado puerta (imagen 1).


En la movilización de esa cesta o cabina se utilizaba una cuerda que llamaba la carga para el otro lado, y otra que hacía retornar la tarabita para transportar la nueva carga o pasajero. Además, se empleaba un torno, también denominado cabrestante, que servía de grúa para impulsar y deslizar la cesta o cabina en la que se transportaban los pasajeros y mercancías. Debió tener ciertos requisitos técnicos y de soporte para cumplir con su función, que se desconocen, así el modo de fabricación y su autoría (imagen 1).

En la movilización de la cesta o cabina se aprovechaba la fuerza de gravedad debido a que, al ser tendido el cable, en él se ubicaba en una onda descendente, cuyo punto más bajo se situaba en el intermedio de ambas orillas. De esa manera, cuando se iniciaba el trayecto se impulsaba la cesta que se deslizaba por la cabuya hasta ese punto, donde perdía el impulso, y desde allí se halaba desde la otra orilla hasta alcanzarla. Los pasajeros se sentaban de espalda con las piernas fuera de la cesta o cabina para mantener el equilibrio, y de la misma forma se colocaban los equipajes y bultos (imagen 1).


El traslado se iniciaba cuando el pasajero tomaba asiento o se acostaba en la cesta, o bien se afianzaba al pobre pasajero por la cintura y por debajo de los brazos, tan ajustadamente que si al pasar se rompe la tarabita o el garabato es preciso que se ahogue. Después de una señal emitida por uno de los tiranos desde la otra orilla, los aros y en su interior la cesta o cabina, esta era impulsada y movida de una orilla a otra por la cuerda tirada desde la margen izquierda en donde estaban las aladeras colocadas en el torno a manera de cabestrante, cuya función era poder tensar la cuerda, la cual era suficiente para la administración de la tarabita de Estanques Ciertamente, tanto la construcción como la administración de la cabuya de Estanques estuvo a cargo de los iguaraés del pueblo de Uchuara, como fue reconocido en 1602 por el visitador Antonio Beltrán de Guevara, quien pudo comprobar la necesidad y utilidad de la obra. Por esa razón ordenó a Andrés Varela, encomendero de los expresados aborígenes, que tenga todo el año cabuya en el dicho río de ordinario por donde pasen los dichos indios y demás pasajeros.

El creciente tránsito y comercio de productos procedentes de los valles de San Miguel y Mocotíes, que requirieron trasladarse a través del paso de la cabuya de Estanques, y la necesidad de su mantenimiento determinó que el Cabildo de Mérida asumiera la potestad de su cuidado y, por ende, lo consideró como un servicio de primera necesidad. Bajo esa cualificación decidieron que su administración y funcionamiento debería ser vigilada y controlada por esa institución concejil.

El Ayuntamiento le otorgó a Cristóbal Pérez Dávila la administración de la tarabita de Estanques estableciendo entre otras condiciones que tenga el dicho paso y sitio de la cabuya con buena cabuya gruesa de las necesarias barbacoas, todo el avío necesario para que aquellos que requirieran el servicio de transporte lo tuvieran de inmediato cada y cuando que lleguen los pasajeros y gentes y viajantes sin detenerse, ni detenerlos a pasar. La concesión tendría una duración de seis años a partir de agosto de 1622

Los iguaraes mantuvieron la administración de la cabuya por lo menos hasta 1661, pero durante el siglo XVIII, el crecimiento y expansión de la hacienda de Estanques en manos de los herederos de Márquez de Urbina, y en especial de doña María Luisa Ramírez de Urbina, ocasionó un cambio. El mantenimiento y la administración de ese importante paso, esencial para transportar la producción de esa extensa hacienda que se extendía hasta el valle del Mocotíes, su creciente producción, especialmente cacao y tabaco, debía ser transportada hasta al puerto de Santa María de la Laguna con  destino a Maracaibo, además de la importación de productos como sal, acero y otros, fueron asumidos por los propietarios de esa unidad de producción.

De ese modo, los administradores de la hacienda de Estanques referían el capital invertido en la dotación de maromas, cabuyas y aladeras. Indudablemente, para los propietarios de esa hacienda el paso de la cabuya no solo se limitó al mero pasaje, sino que se convirtió en un sistema estructurado de transporte en el que incluían las arrias que trajinaban la producción desde diferentes lugares de la hacienda hasta los puertos de Santa María y Santa Rosa, con cuya finalidad construyeron caminos de acceso y establecieron hatos (destinados a la cría de mulas y yeguas) reservados para bestias de carga.

Con esa finalidad se realizaron inversiones en el mantenimiento del camino y en los salarios que se cancelaban a los caporales que cuidaban las mulas, caballos y arrias que realizaban el transporte desde el Mocotíes hasta Lagunillas. Esa situación continuó en el siglo XIX, cuando los ejércitos realistas y patriotas utilizaron el paso de la cabuya para movilizar sus ejércitos a través de ella, auxiliados por los esclavos de la hacienda, y se mantuvo bajo esa administración hasta que finalizó su funcionamiento, aproximadamente en 1921.

Ese sistema tuvo una egregia expresión en la tarabita de Estanques, que posibilitó la comunicación y el tráfico de la producción de cacao, tabaco, harinas, azúcar y otros productos de los valles de Mocotíes y San Miguel con destino al sur del lago de Maracaibo, así como la importación de acero, hierro, sal, telas y otras mercancías. Ese núcleo de comunicación representó una actividad económica desarrollada por los iguraes, para la cual establecieron un diseño, organización laboral y tarifas de pago, además de otras condiciones como el alojamiento y la posibilidad de obtener sus alimentos con la concesión de suelo, lo cual les fue concedido como privilegio por el Cabildo emeritense. Durante los siglos XVIII y XIX funcionó como una empresa que involucraba no solo el paso de la cabuya sino la disposición de mulas arrias y arrieros en manos de los propietarios de la hacienda de Estanques. Indudablemente, la tarabita fue un sistema de transporte producto del agudo ingenio y destreza técnica indígena que posibilitó la comunicación en zonas de difícil tránsito y acceso, precursor de los modernos sistemas de cable-car o teleféricos

 

EL PROYECTO DE NAVEGACIÓN SOBRE EL RÍO CHAMA

De acuerdo a Luis Alberto Ramírez Méndez (2022): Aunque los primeros intentos conocidos hasta la presente datan de 1760, cuando don Antonio Dávila, mayordomo de la hacienda de Estanques planificó una expedición para realizar la “exploración de Chama” en la que se gastaron dos libras de acero para construir las herramientas, se talaron dos guácimos para construir los cabos para halar las canoas y se pagaron 80 pesos a Diego Martínez para que guiara la navegación, además se invirtieron 25 pesos en costear “la manutención de diez y siete vogas que vinieron desde Cúcuta y asimismo se cancelaron los salarios “a tres peones que fueron desde Chiguará para acudir a esa expedición desde 7 de septiembre hasta 6 de octubre del 1766”.

Posteriormente, en 1783, esa iniciativa fue nuevamente discutida a  petición de don Antonio Ignacio Uzcátegui, procurador general de Mérida, quien la presentó ante el Cabildo, Justicia y Regimiento de Mérida exponiendo las numerosas vicisitudes que confrontaban los viajeros y solicitó que el alcalde ordinario don Francisco Dávila rindiera un informe sobre los correspondientes peritajes realizados tendentes a determinar la factibilidad para hacer navegable un trayecto del río Chama, que según ciertas opiniones muy autorizadas era “breve y cómodo restando solo el reconocimiento del río y su avertura”.

Los estudios necesarios para certificar la viabilidad del proyecto fueron  encomendadas por el gobernador don Francisco de Arce al comisionado don Ramón Hernández de La Calle, quien procedió a realizarlos, pero desechó utilizar las corrientes del Chama, considerando más apropiado hacerlo por el Caño San Onofre (río Mucujepe) y el Lago de Maracaibo, cuyo trayecto requería dos días de tránsito desde el paso real del Chama (Estanques), lo cual ocasionaba que se dilatara igual o más que el tiempo empleado en recorrerlo desde aquel hito hasta el puerto de Zulia y por consiguiente iguales o mayores costos. En vista de tal exposición, el procurador solicitó al ayuntamiento que se impidiera requerir cualquier contribución hasta que se tuviera la certeza que se podía navegar el río Chama con las ventajas que se pretendían, en consecuencia, los capitulares acordaron dirigir la respectiva comunicación a Rafael María Sulbarán subdelegado de la Real Hacienda para que determinara lo conveniente.

Sin embargo, esos proyectos nunca se ejecutaron.

 
 
PUENTE DE MADERA SOBRE EL RÍO CHAMA.

El 17 de febrero de 1845 el pintor paisajista Aleman Ferdinand Bellermann, estuvo en el Municipio Sucre, estado Mérida, realizó varios dibujos a lápiz entre los que se destacan: Laguna de Urao, Quebrada de San Miguel y el Puente de tabla Sobre el Río Chama, este último fue mandado hacer a mediados de 1700 por la dueña de la Hacienda la Santa Cruz de los Estanques, Doña María Ramírez de Urbina, de ahí que el puente se llama aún "Puente La Urbina". Este lugar es histórico por allí pasaba gran parte de la mercancía que producía Mérida en la época de la colonia. También jugó un papel importante como sitio geoestratégico para la guerra de independencia.  El puente estuvo tomado en la segunda década de 1800 por tropas patriotas comandadas por un Lagunillero de nombre Marcos Varela. Por este puente pasaron grandes personalidades de la vida política y social y fue el punto de comunicación más importante del hermoso pueblo de Chiguará.

Cortesía: Alexi Valero López, en "Historias del Municipio Sucre"


 

CRÓNICA DE UNA CARRETERA

De acuerdo al trabajo de investigación del Abogado Fortunato J. González C. (2021): los viajeros partían del centro de la pequeña pero dinámica ciudad hacia sus destinos remotos, con avío y bendiciones, porque lo fragoso de los caminos y las guazábaras constituían serias amenazas para su seguridad. El Ayuntamiento de Mérida se ocupaba de velar por su cuidado y mantenimiento de los caminos. Entonces la tarabita de Estanques, único medio para pasar al otro lado del Chama sobre sus torrentosas aguas, era el dolor de cabeza de alcaldes y concejales, así como la constante destrucción de las calzadas por la acción de la lluvia y el viento.

Ya bien entrado el siglo XX es que comienza a hacerse necesaria la construcción de una carretera que permita que los automóviles, curiosidad mecánica hasta mediados de este siglo, llegaran a Mérida. Así, se abre con sudor de presos la carretera Transandina, siguiendo la trocha del viejo camino colonial. Luego la vía a Tovar y el enlace La Victoria-El Vigía, que aún era un caserío en torno a una modesta estación de tren y a un joven y robusto tamarindo.

Le corresponde al Dr. Germán Briceño Ferrigni a finales de 1969 en el ejercicio de la Gobernación del Estado iniciar los trabajos de construcción de la carretera que ahora se culmina. La construcción comenzó con la avenida Andrés Bello, andando de la mano el viejo MOP y la Gobernación de Mérida. Un poco después se comienza la construcción de la variante Las González desde Puente Mamones hasta Estanques que eliminó las peligrosas y no menos fastidiosas curvas de Caparú.

El tramo Estanques-Quebrada ―El Diablo tiene una historia particular. La totalidad de las inversiones realizadas desde Mérida hasta Estanques y desde El Vigía a la quebrada ―El Diablo apenas llega a los trescientos millones de bolívares.

El túnel de Estanques fue proyectado por la empresa europea Bourgeot-Lugartsen en 1980 y el túnel Santa Teresa por la Universidad de Los Andes a través de UAPIT, unidad académica que también trabajó en el proyecto electromecánico.

El tramo Estanques-Quebrada El Diablo tiene una longitud de 20.5 Km., se recorre en 20 minutos por con una calzada que tiene una anchura que va entre 10.8 y 19.9 metros, pendiente promedio del 2% y una velocidad admisible de 80 km. /h y costó la cantidad de 10.119.340.000 Bs. La vieja vía tiene 39.8 Km. y se recorre en casi una hora, por una calzada con algo más de 6 metros de ancho y que no admite velocidades mayores en promedio de 40 km. /h. de manera que el ahorro en tiempo es de casi 40 minutos, además de lo que representa en gasolina, cauchos y demás gastos del vehículo. Otros datos son los siguientes: tiene 4.644 metros de túneles. 549 metros de puentes. 109.540 m2 de taludes con tratamiento. 6.834 m2 de muros de tierra armada y 4.640 m2 de muros de concreto armado. Se gastaron 57.324 toneladas de asfalto.

La inauguración de la carretera Rafael Caldera​ o Carretera Mérida-El Vigía (Troncal 008) fue el 9 de octubre del año 1997; para la ejecución completa de dicha obra tardaría 24 años, y sería en 1997 durante la segunda gestión presidencial de Caldera y la segunda gestión regional del William Dávila Barrios cuando se daría conclusión a esta magna obra vial.


A continuación, se muestra las imágenes de la evolución de la construcción de la Supercarretera Rafael Caldera, desde la colocación de su piedra fundacional por parte del presidente Rafael Caldera en 1973, pasando por el desarrollo de la obra y la inauguración el 9 de octubre de 1997.

 

 

 

 
LAS MERCEDES DE TIERRA: GERMEN PARA LA FUNDACIÓN DE LA HACIENDA ESTANQUES

De acuerdo a Claudia Ramírez (2020): El origen de la hacienda Santa Cruz de Estanques o hacienda Estanques se remonta al siglo XVII, cuando Felipe Márquez Osorio obtiene la propiedad, la cual heredó de sus abuelos Damiana Noble de Estrada y Juan Márquez, quien fuera uno de los primeros soldados que acompañó a Juan Rodríguez Suárez en el reconocimientos de tierras andinas merideñas y fundó la ciudad sin autorización de la Corona. Tras la fundación, Rodríguez Suárez encomienda indígenas y reparte mercedes de tierra a sus capitanes, resultando favorecido Juan Márquez, dichas posesiones se establecen desde Estanques hasta algunas en el Táchira. Estas tierras se mantienen durante varias generaciones pues, de manos de Juan Márquez son heredadas a su hijo Pedro Márquez quien se casa con Elvira Osorio y estos a su vez las heredan a Felipe Márquez Osorio. Otras de las tierras que integraran la hacienda Estanques son obtenidas por Márquez Osorio a través de composición, compra o remate. Tras su muerte todos sus bienes pasaron a manos de su esposa María Luisa Ramírez de Urbina, quien no sólo aumentó el patrimonio territorial heredado de su marido, sino que incrementará los capitales familiares. Según el testamento de la señora Ramírez de Urbina, al momento de su muerte los bienes estaban inventariados en 61.385 pesos y 2 y medio reales, de los cuales se restaron 13.284 pesos y 6 reales por el trabajo de jueces avaladores; el patrimonio de la familia estaba constituido por haciendas de cacao, caña de azúcar, ganado vacuno, caballar, mular y ovino y parte del capital lo colocaba a censo.

Felipe Márquez de Osorio y María Luisa Ramírez de Urbina tuvieron seis hijos: Pedro, José Felipe, Isidro Ascencio, Salvador, Felipe Alexandro y Damiana Isabel. Al momento de la muerte de María Luisa sólo vivían Isidro Ascencio, José Felipe y su bisnieta, María Josefa de Pinedo Maldonado, hija de María Maldonado de Urbina con su esposo José de Pinedo Villalobos, quienes se convirtieron en los tres únicos herederos de todas las propiedades que conformaban la hacienda Estanques y los capitales de la familia Márquez de Urbina.

Algunos de estos bienes y capitales se repartieron en partes iguales entre los tres herederos, sin embargo, se suscitan entre Isidro Ascencio y José Felipe una serie de pleitos legales, no sólo por la división de la hacienda sino por la repartición de los capitales, los cuales eran 51.647 pesos y 6 y medio reales. Por ser María Josefa aún menor de edad, sus bienes pasaron a ser administrados por su padre, José de Pinedo Villalobos. En 1732, murió Asencio Isidro y nombra heredero de todos los bienes, derechos y acciones que tuviera al doctor don Nicolás Dávila Maldonado, vecino de Bogotá y Alguacil Mayor de la Real Audiencia de Bogotá. Dávila Maldonado ya había obtenido por compra la posesión de José Felipe Márquez de Urbina, de esta manera se convirtió en propietario absoluto de la hacienda Estanques, pues, Josefa Pinedo vendió parte de sus terrenos a Bonifacio Contreras8 y las restantes fueron vendidas por su padre, José de Pinedo Villalobos, por hipoteca que debía a la misma hacienda.

Antonio Nicolás Dávila Maldonado dejó la hacienda a su hija Mariana Dávila Maldonado, quien tuvo ocho hijos y al morir, en 1763, otorgó en herencia la hacienda entre sus ocho hijos. Tras la partición le correspondió a cada uno la octava parte de la hacienda; se dieron algunas ventas entre los mismos hermanos, y uno de ellos José María Ponce Maldonado, vende una cuadragésima parte el 1 de febrero de 1834 a José María Cárdenas, ciudadano bogotano, quien se encargaría de mantener su administración desde la Nueva Granada. Tanto los herederos de Cárdenas y Dávila Maldonado dieron en cambio toda su propiedad de la hacienda Estanques a la Obra Pía, para dotes de niñas pobres.

 

LA HACIENDA ESTANQUES COMO POSESIÓN DE LA OBRA PÍA

La Obra Pía son donaciones que realizaban personas en trance de muerte que querían salvar su alma a través de buenas obras u obras piadosas, estas obras pías eran administradas o vigiladas por la Iglesia, la cual utilizaba las rentas para su sostenimiento. Los bienes donados no podían ser utilizados con un fin distinto al dispuesto, lo que obligaba a mantener los bienes a perpetuidad pues sólo se utilizaban las rentas y no el capital o bienes para sostener dicha obra y éstos eran administrados por el obispo.

El doctor Marcelino Rangel por disposición testamentaria funda la Obra Pía para dotar niñas pobres de Mérida el 23 de noviembre de 1779, el patrono fue el Arzobispado de Santa Fe de Bogotá, pues la Obra Pía tenía sus capitales en diversas posesiones en Nueva Granada, esta dispersión hacía difícil la recaudación de los productos y su propia administración. Es en esas circunstancias cuando se plantea un cambio entre las propiedades de la Obra Pía y las posesiones de los herederos Cárdenas y Dávila Maldonado, cuya evidente distancia de la hacienda Estanques también hacía inviable su administración. Así, por decreto del Congreso de la Gran Colombia del 28 de junio de 1824 se da poder a Juan de Dios Ruiz para iniciar la traslación; los patronos serían el Obispo de Mérida o en su defecto el Cabildo de la ciudad. Sus funciones comienzan el 13 de febrero de 1805, pero varios son los percances que sufre por la distancia para su administración, pues a pesar del decreto antes mencionado el Patronato se mantiene en Bogotá.

Para 1823 los réditos de la Obra Pía ascendían a 23.805 pesos, aunque su objetivo principal era dotar niñas pobres; a lo largo de su existencia sus rentas fueron propuestas para fundar un colegio de niñas en Mérida y también utilizadas para dote de religiosas, lo que hizo muy variado el fin con el cual fue fundada. Desde 1824 se inician  las negociaciones entre el Cabildo de Mérida y las autoridades de Bogotá para que los capitales y algunos de los bienes Fueran trasladadas a Mérida, en 1843 se logra el traslado de los capitales sobre la hacienda Santa Cruz de Estanques y en 1844 Juan de Dios Ruiz, apoderado de la Obra Pía, solicita a Juan Hilario Boset como obispo y patrono de la misma, la hipoteca de la hacienda respetando los réditos de la Obra Pía. La solicitud es aprobada por el obispo Boset siguiendo las cláusulas estipuladas en el contrato: 

“[...] Segundo; que no podremos venderla, trocarla ni de ningún modo, enajenarla mientras esté afecta a La Obra Pía de niñas de esta ciudad. Tercero; que en caso de venderla sea con el expreso conocimiento del Ilustrísimo Señor Obispo como patrono y de lo contrario sea nulo y de ningún valor ni efecto todo contrario y el tercer poseedor no adquiera el menor derecho y cuarto; que si dos años continuos pasasen sin pagar el rédito caiga en comiso la enunciada hipoteca y pueda el patrono no pedir ejecución contra ella con la presente escritura haciendo que se valúe y pregone para pagar el capital y réditos” 

Por tanto se lleva a cabo la venta por 40.347 pesos distribuidos en 21.526 pesos por capitales recaudados de la Obra Pía; 3.826 pesos que los propietarios de la finca dejaron en poder de Ruiz por pertenecer a capellanías y 14.995 pesos que Ruiz pagó de su dinero.

Producto de la situación política asumida por los gobiernos federales y, específicamente Antonio Guzmán Blanco, quien decreta en 1866 la condonación de los réditos por censo desde 1859 hasta 1863, se reduce el interés de 5% a 3% anual, lo cual disminuyó sus ingresos al punto de no poder cumplir la Obra Pía con el objetivo de su fundación. Asimismo, el decreto de 7 de mayo de 1870 con el cual los préstamos realizados por la Obra Pía a través de censos son liberados ante el gobierno nacional y cuyos capitales pasarían a pagarse con billetes de la deuda pública. Finalmente el 5 de mayo de 1874 se dicta la ley con la cual quedan extinguidos los conventos, colegios y cualquier comunidad religiosa en Venezuela, liquidando la Obra Pía del Dr. Marcelino Rangel, por lo que el Concejo Municipal de Mérida decide que el dinero de la misma sería destinado a la creación de una escuela; y en junio de 1877 se toman de la Obra Pía 655 bolívares para la compra de mobiliario. Es así como la Obra Pía del Dr. Marcelino Rangel queda extinguida por decreto y la hacienda, como propiedad que concentraba los réditos de la misma, pasa a manos de Juan de Dios Ruiz como último propietario, ya que con sus herederos se disgrega de manera definitiva.

 

ÚLTIMOS PROPIETARIOS DE LA HACIENDA ESTANQUES

Juan de Dios Ruiz Fajardo es un personaje merideño del siglo XIX poco conocido, logramos documentarnos sobre su vida y las actividades que desempeñó a través de trabajos realizados sobre historia regional e instituciones políticas merideñas del siglo XIX, fue hijo de José Fermín Ruiz Valero y Josefa Fajardo Ruedas, nació el 02 de febrero de 1804. Ocupó varios cargos políticos regionales y nacionales, entre ellos: Secretario de la Diputación Provincial de Mérida en 1831; fue uno de los cinco miembros que ejercían la gobernación de la provincia de Mérida, este cargo se desempeñaba por cada uno de sus miembros en periodos mensuales y Ruiz lo ejerció entre 1856-1857 y 1858; representó a Mérida como diputado en el Congreso Constituyente de Venezuela en diferentes períodos entre 1830 y 1850; asistió como Diputado por el estado Mérida a la Convención Nacional de Valencia en 1858.

Como señalamos previamente Ruiz se convirtió en propietario de la hacienda Estanques en 1844 pero para lograr adquirir una propiedad de tan alto costo debió someterla a censo bajo la siguiente negociación [...] traslado del expresado vínculo de la Obra Pía a la hacienda Estanques que el Ilustrísimo señor Obispo ha cedido endosando las escrituras que se otorgaron a favor de la Obra Pía y en virtud del decreto de su santísima Majestad de veinticinco de octubre del próximo pasado año que en primera parte dice, “Le admite al señor Juan de Dios Ruiz al reconocimiento de veinte un mil quinientos veinte y seis pesos trasladados a esta provincia a la hacienda de Estanques, con cargos de reconocerlos por escritura pública en la misma hacienda por lo cual se endosaran todas las escrituras que los dueños del Estanques otorgaron a favor de la Obra Pía y la escritura de reconocimiento será firmada por su hermano como su fiador; cuyos capitales podrá redimir el censatario señor Ruiz, en porciones no menores que la de mil pesos o bien a tres pesos siempre que sea a toda nuestra satisfacción.

Debemos resaltar que la propiedad estaba constituida por una serie de estancias, hatos, fincas y haciendas que no tenían unidad geográfica, sino que estaban dispersas y su núcleo principal estaba situado en Santa Cruz de Estanques, por tanto, los linderos de la propiedad que obtuvo Ruiz fueron:

[...] la hacienda se compone de sesenta leguas cuadradas de tierras de labor y cría, que lindan por la parte de arriba, desde el río Chama tomando el zanjón de los limos de agua arriba buscando las tierras del Maciegal de Pueblo Nuevo y el viso de Chacantá, por la espalda todo el viso y el de Canagua a caer al río Guaraque o Capurí; y de allí buscando el costado de abajo todo el viso de las tierras frías de San Antonio hasta llegar por la cima del valle de Bailadores a caer al lado de Mocotíes hasta la confluencia con el Chama que es el costado de abajo; y por el frente, el río Chama.

Entre estos linderos estaban las diez haciendas que formaban la propiedad de Juan de Dios Ruiz, las cuales se llamaban: La Cabuya, Hacienda Grande, El Rosario, Guayana, San Cristóbal, San Francisco, Justanal, Rondón, San Isidro y el Corozo; así mismo era parte de esta gran propiedad la hacienda El Trapiche, ubicada en la ciudad de Ejido y también incluía dos caballerías situadas en la posesión conocida como Onia y Culegría, en el sur del Lago. De este modo, logramos apreciar como la hacienda Estanques fue una forma de concentración de la tierra en Mérida desde el siglo XVI hasta el XIX, convirtiéndose en un significativo ejemplo de producción, logrando de este modo un reconocimiento en toda la región pues, como era propio para la época, las distintas haciendas no se especializaban en la producción de un solo rubro, aunque el de mayor valor para la exportación fue el cacao, llegándose a totalizar en 1844 casi 80.000 matas en la hacienda; también producía café, caña de azúcar, maíz, yuca, plátanos, tabaco y ganado. Estos productos abastecían no sólo el consumo interno de la hacienda y la Provincia, sino también eran comercializados a través de los caminos que partían de la Cabuya de Estanques y culminaban en el puerto de Gibraltar. El cacao que salía por esta vía era de gran importancia pues era comercializado con Europa.

Cuando Juan de Dios Ruiz se convirtió en propietario de la hacienda Estanques, ésta seguía teniendo una importancia productiva dentro de la provincia, la cual se fundamentaba en la gran extensión territorial que poseía. Tras su muerte se produjo la disgregación de la misma entre sus hijos, y particularmente las dos estancias que eran de su posesión y que se denominaron genéricamente Onia y Culegría, generando una serie de conflictos en el núcleo familiar, por tratarse de tierras pro indivisas, pasando a tener un papel relevante desde el punto de vista geográfico, pues allí se establecerá posteriormente la estación final del Ferrocarril Nacional Santa Bárbara a El Vigía y la capital del actual municipio Alberto Adriani.


 
CAPILLA DE LA SANTA CRUZ DE ESTANQUES HOY CONOCIDA COMO CAPILLA LA URBINA

En la hacienda de la Santa Cruz de los Estanques, situada en el cruce de varios caminos reales que conducían al Nuevo Reino de Granada, a la ciudad de los Santiago de los Caballeros de Mérida, al Sur del lago de Maracaibo y a los pueblos del sur de la sierra nevada, doña; Maria Ramírez de Urbina conocida como la “Reina de Estanques y dueña de la hacienda, mando a construir una capilla de tapia, madera y teja.
En su documento redactado en 1721, la Urbina declara que tiene fundada en su hacienda una capilla con alhaja de plata, imágenes y ornamentosBasilio Vicente de Oviedo en  1761, en su obra “cualidades y riquezas del Nuevo Reino de Granada”, expone que la hacienda de los Estanques tiene muy linda capilla con órgano y muy bien ornamentada. Richard Bache (1822-1823) refiere Estanques es una hermosa hacienda cuyos dueños residen en Bogota…. Hay también una iglesia de grandes dimensiones, pero sin cura residente…

En el interior de la Capilla se encuentra un retablo tallado en madera dorada al fuego; por su valor histórico cultural esta capilla fue declarada monumento Nacional en el año 1960.
Una antigua leyenda refiere que el retablo mayor de la capilla de La Urbina fue regalado por orden del Rey Carlos III a cambio de una vajilla de oro que la Urbina le obsequio al Monarca.
La Capilla de la Santa Cruz de los Estanques logró sobrevivir al Gran Terremoto de los Andes de 1894, y el retablo de su altar es hoy en día testigo de los rezos y plegarias que en aquel tiempo elevaron al cielo los desamparados habitantes de la región.

Esta iglesia, la Capilla de la Santa Cruz de Los Estanques, construida por Doña María Ramírez de Urbina en el año de 1747, y su retablo, recibieron  los rezos y ruegos de los fieles que pedían que cesaran los temblores, convirtiéndose así en  testigos mudos de lo ocurrido en 1894 y en un símbolo regional durante muchos años. No obstante, ese carácter sagrado y simbólico no evitó que esta capilla fuera posteriormente saqueada en varias oportunidades. Antes de 1894 había sufrido los embates de la codicia, ya que  durante una visita del General Julián Castro a la región, éste fue alojado con su séquito en la casa principal de la hacienda de la familia Urbina, mientras que  la tropa debió ser destinada a la capilla para guarecerlos de un terrible aguacero. Durante la noche los soldados descubrieron que el retablo del altar era de madera tallada, dorada al fuego: tratando de llevarse algo de ese “oro” le infringieron daños importantes. Cuentan que para la elaboración del retablo de la capilla, Doña María había hecho venir  a los artesanos responsables del retablo de la Iglesia de Nuestra  Señora del Rosario de Tunja, también tallado en madera dorada al fuego y mundialmente famoso. Incluso en tiempos recientes el proceso de saqueo ha continuado, de tal forma que los nichos del retablo se encuentran vacíos y ya no quedan en la capilla las valiosas obras de arte ni las imágenes originales de santos que trajo su constructora desde diferentes partes del mundo. Con motivo del trazado de la Trasandina la capilla se vio afectada de nuevo para dar paso a la carretera, de tal forma que  la edificación actual no conserva el diseño original a pesar de que fue  declarada Monumento Nacional y remodelada en el año 2006 para servir a la población que ha ido creciendo en su entorno.

EL COMBATE DE ESTANQUES ENTRE SOLDADOS PATRIOTAS Y REALISTAS

Resolver los enigmas de la historia no es nada sencillo, a veces nos encontramos con situaciones o sucesos ocurridos que por su naturaleza de hecho quedan plasmados en el devenir del tiempo y las generaciones se encargan de describir, quitar o aumentar el hecho ocurrido. Esto siempre me ha llamado la atención y esta vez quise adentrarme en un evento histórico poco conocido, suceso ocurrido a mediados de febrero de 1814 llamado “El Combate de Estanques”.


A uno dos kilómetros de Estanques se encuentra un sitio denominado El Portachuelo, bastante conocido, pero, que deja de ser importante cuando se construyen los túneles. Este es el sitio que me interesa hurgar, pues había escuchado a alguien que en estas tierras estuvo nuestro Libertador Simón Bolívar y que aquí también había estado el Centauro de los Llanos José Antonio Páez, combatiendo en las campañas independentistas.


Mi interés por conocer la historia no se hizo esperar y comencé a preguntarme una y otra vez ¿qué fue lo que realmente ocurrió en estos intrincados lugares? Parafraseando a Moreno Olmedo “la vida se me convirtió en pregunta, la pregunta en investigación y la investigación en cuestionamiento radical”. Pocos datos sobre la historia de Estanques se encuentran a pesar de que este, fue un escenario de importante relevancia en los siglos XVII, XVIII y XIX, la memoria oral sucumbe ante el inminente ciclón del tiempo que no perdona.

Tenía la certeza de que en algún sitio de Estanques alguien podría brindarme la atesorada información de ese combate que algunos llaman batalla, la visita al lugar era definitiva, busque ayuda en dos profesores colegas de primaria, uno músico de profesión, Domingo Uzcategui, cantante de un mariachi puso a la orden su Toyota machito 4x4 de color amarillo, dotado de los pertrechos necesarios para llegar aquel sitio, las otras dos docentes (Carelia y Tania) eran graduadas en historia y en educación especial.

Un día jueves en horas de la tarde emprendimos nuestro primer viaje, el objetivo era llegar a la iglesia de Estanques, una vez en el sitio, la encontramos cerrada, el bodeguero de enfrente se convertiría en nuestro informante clave, tal lo pensamos, pero no hubo mayor información, solo se limitó a enviarnos a donde una señora de nombre Ramona, la ama de llaves de la Iglesia, muy amable con una sonrisa tímida nos invita a pasar. La iglesia guarda reminiscencias del arte del siglo XVIII. El altar mayor de la capilla está hecho con cedro viejo, ubicado en la nave central, mientras que en la parte lateral derecha hay otro altar pequeño aquí se presume que está enterrada María Ramírez de Urbina quien fue la que mando a construir esta iglesia a mediados de 1700 y que según la historiografía llegó a tener una centena y media de esclavos negros traídos del Congo africano.

Es una capilla interesante, aunque pequeña, tiene mucho que dar a la historia, encontramos un órgano de tubos de fabricación alemana, según Ramona tiene muchos años aquí, la señora de unos 55 años es de poco hablar, le pregunte si sabía de la presencia de José Antonio Páez en estas tierras y manifestó “dicen que fue en el Portachuelo, vayan está cerca de aquí”. Decidimos ir al lugar. Durante el trayecto bromeábamos, íbamos en la búsqueda del tesoro perdido de la independencia.

 

Una vez en el Portachuelo estacionamos cerca de una venta de pasteles y refrescos a pocos metros de la estación de servicio del mismo nombre, mientras degustábamos pregunte a la vendedora si tenía conocimientos de la presencia del “Centauro” y la batalla de Estanques, pero no hubo respuesta positiva solo se limitó a decir que desde 8 años de estar allí nunca había escuchado nada de Páez, el diálogo no dio frutos, miraba los grandes árboles tratando de sustantivar lo desconocido, de pronto divisamos a un hombre viejo de unos 70 años que venía de su faena diaria, hizo escala saludando como para descansar un poco antes de llegar a su destino.

La pregunta obligatoria no se hizo esperar ¿Es este el Portachuelo donde hubo una batalla del General Páez?, el hombre con voz fuerte manifestó “si este es el nuevo y existe otro que es el Portachuelo Viejo, queda más abajo en la entrada de Mesa de Las Palmas por ahí dicen que hubo una batalla” El hombre continuo su destino, nos miramos y deliberamos un poco, el tesoro está cerca. Como era tarde, decidimos regresar, fijamos la fecha del recorrido para día jueves de la siguiente semana. Esta vez nos fuimos más contentos porque la búsqueda comenzaba a dar sus frutos.

Llegó el día, la tarde el momento propicio, nos detuvimos en el sitio del Portachuelo donde está la estación de servicio se proveyó de combustible el Toyota y partimos al “Portachuelo Viejo” no conocíamos el lugar, pero el punto de referencia era la entrada de Mesa de las Palmas. Al llegar al sitio pudimos apreciar que en su alrededor existen ventas de verduras y de alimentos, es un espacio cardinal para el comercio, los habitantes salen de sus campos y hacen las compras en este lugar, imagine que por la característica fue un puerto importante en la geopolítica de Estanques.

A mano derecha de la carretera está la entrada del Portachuelo Viejo, subimos cuesta arriba, un camino de pavimento rígido unos 200 metros, el lugar rodeado de camburales, naranjas y mandarinas, las casas un tanto dispersas, nos detuvimos a preguntarle a un hombre viejo que venía con una bomba de fumigar a cuestas, al acercarme sentí mucha alegría, aquel campesino de unos 75 años era un conocido de las viejas luchas comunitarias, era el viejo Ramón Peña, hacia 20 años no hablaba con él, al verme me reconoció sonrió y expreso “ Aleixi volvió a la campaña” le dije no Ramoncito eso me dejo un sabor amargo, noté que su oído no estaba bien y repetí con voz más fuerte, sonrió de nuevo y me dijo “yo aquí jodido, llegamos al poder y yo aquí jodido, no tengo nada, tanto trabajar la tierra para no tener nada las perdí, estoy viejo y enfermo” le conteste tranquilo Ramón ahora ando investigando, hace 20 años estuve por aquí pero nunca imagine que este lugar guardara tanto de la historia patria.

 

De nuevo sonrió y me dijo “que hace por hay”. Ando buscando el lugar sobre una batalla que se dio por aquí en el Portachuelo Viejo, sigilosamente me tomó del brazo y me dijo “hay està la tumba de los generales que se mataron, esto era mío y me lo quitaron, dentre salte la alambrada”. La sensación es indescriptible recordé el acto interpretativo de Geerts, “la ruptura de lo formal y el encaje de lo humano que nos condujo a un hallazgo”.

Efectivamente, allí estaba la lápida casi tapada por la maleza, con basura a su alrededor, debajo de una mata de cambur, solo me limité a observar, 200 años de historia en un lugar apartado, quizás abandonado, echados al traste, de la misma forma como olvidaron a Ramón Peña. Este fue el lugar donde José Antonio Páez combatió al ejército realista español, donde los patriotas vencieron al capitán realista José María Sánchez. Mérida otorgó una cuota de sacrificio para ser libres. Evocación, claro que sí, la formalidad de lo nomotético se rompe y las emociones son sentidas, se objetiva el encuentro que tiene validez científica. La tumba es el punto, la señal para hurgar la historia, no nos atrevimos a mover nada de ella, su estructura es piramidal su parte inferior está enterrada. 


Ya de regreso mi sed por la historia se hacía más fuerte y trate de buscar algún documento escrito, precisamente eso, porque las preguntas ahora son mayores, ¿cómo validar este hallazgo?, en algún lugar debe existir algo más, converse con varias personas, pero no hubo más información”, recordé a Ramón Peña y me dije bien vale hacer un esfuerzo más.

Fui un poco más allá, revisé algunos libros y encontré una carta de Bolívar dirigida al Mariscal Sucre para que se encargará de Mérida en 1813. Se me ocurrió que en Páez debía haber algo de Mérida, intente buscarlo en la autobiografía, pero esos libros no están a disposición, no logre hallarlos, teclee en un buscador de internet la biografía de Páez y encontré un blog que dice José T.S.U. en Gerencia Financiera. Diplomado en Finanzas. Amo a Cristo y a su Santísima Madre la Virgen María. Allí en ese sitio estaba la segunda clave y el desenlace de lo que estaba buscando la validez del hallazgo del Portachuelo Viejo, un extracto de las vivencias de Páez, el combate cuerpo a cuerpo en Estanques a continuación les dejo como aparece:

“…Huyó el enemigo por una cuesta que en su mayor parte apenas permitía que marchasen los soldados de uno en uno. Observando yo que el enemigo no podía formarse para resistir el ataque los seguí gritando ¡Viva la República! y fingiendo diferentes voces. Le cargué repentinamente matando al sargento que iba de último en la retaguardia.

Asustados los enemigos no supieron cómo defenderse. Unos se apartaban del camino y encontraban la muerte en los precipicios, otros atropellaban a sus compañeros y presentaban mejor y mayor blanco para mis tiros. Los otros se arrojaron al suelo y pidieron a gritos clemencia tirando las armas y municiones y abandonando dos piezas de artillería.

El único que disputó la victoria y la vida, fue un tal José María Sánchez, hombre en extremo temido de los meridanos que me obligó a echar pie en tierra y a lidiar cuerpo a cuerpo con él, por la posesión de la lanza exterminadora.

Era en efecto dicho Sánchez, hombre de gran fama entre los realistas por su valor y arrojo y también muy temido por los patriotas en Mérida. Se contaba de él que, en un encuentro en el pueblo de Lagunillas, había desmontado un cañón de montaña y se lo llevó acuestas como si fuera la más liviana carabina de estos tiempos.

Cuando yo perseguía a los aterrados realistas, volvió cara Sánchez repentinamente y con una tercerola (arma de fuego usada por la caballería que es un tercio más corta que la carabina) que llevaba logró quitarse los botes de lanza que yo le dirigía.

Viendo que no podía hacer libre uso del arma de fuego, la arrojó al suelo y echó mano a mi lanza con intención de disputármela.

Sin soltar yo esta defensa, arrojéme de mi caballo, y por medio de un gran esfuerzo logré arrancársela, y entonces le di con ella una herida mortal. Viéndole tendido en tierra, me arrodillé y traté de quitarle una hermosa canana (cinturón para llevar cartuchos) que llevaba al cinto, y como prorrumpiese en palabras descompuestas e impropias del momento en que se hallaba, me puse a exhortarle a bien morir y yo rezaba el credo en voz alta para estimularle a repetirlo.

Afortunadamente para mi, volví la vista por casualidad, y vi que en lugar de acompañarme en mis plegarias, tenía ya casi fuera de la vaina el puñal que llevaba al cinto. Confieso que mi caridad se amortiguó completamente, y no permitiéndome mi indignación ocuparme por más tiempo del destino futuro de mi adversario, le libré con un lanzazo de la ira que lo ahogaba, aún más que la sangre que vertía.

Después del encuentro con Sánchez continué la persecución, cogí prisioneros a ocho artilleros realistas, me apoderé de su bandera y de dos cañones, uno de ellos regalado por una señora de Mérida, cuyo nombre tenía inscrito encima de la boca, que, según decían, era el mismo que Sánchez se había llevado de Lagunillas. Después perdimos tres veces esta pieza de artillería y otras tantas volvimos a recobrarla.

Cuando mucho rato después retrocedí, encontré en el sitio donde estaba muerto Sánchez a nuestro ejército y los vecinos de Mérida que no hallaban palabras con que encomiarme ese triunfo y aún más por haber hecho desaparecer al monstruo de Sánchez.

Aquí concluye nuestro recorrido en la búsqueda y el hallazgo de un icono de la historia patria.

Cortesía como aporte al conocimiento de la historia del Municipio Sucre 206 años. Alexi Valero López (febrero 2020)

 
LAS CAMPANAS DE SAN ANTONIO

Una de las más pintorescas y productivas aldeas del Municipio Sucre de Mérida, es San Antonio de Estanques. La hermosa iglesia, de típico estilo surmerideño, con tres naves y atrio campanario en el centro, toda de madera y bellamente conservada, es orgullo de sus feligreses. Una de las joyas que conservan con primor es un par de campanas de excelente factura italiana. Fueron fundidas en Catania, Italia, y tienen estampada la fecha: 1913. De sonido cristalino y sonoro, llaman a la oración y al encuentro.

Fueron traídas, cuentan, a lomo de bueyes, por los estrechos senderos que comunicaban la aldea con Pueblo Nuevo. La caravana con tan preciosa carga iba presidida por el cura quien, cargado de años y dolencias, era conducido en una especie de silla gestatoria. No podía faltar a la cita pues la construcción de la iglesia había sido una iniciativa que había secundado con su entusiasmo y esperanza. ¡Cual no sería la sorpresa de aquellos campesinos al ver llegar aquel par de campanas, cada una de setenta kilos con inscripción en lengua desconocida!

Al preguntarse por la procedencia de aquellas campanas, nadie sabía dar razón. Al parecer la voluminosa carga iba dirigida a la Diócesis de Mérida para la parroquia de San Antonio. Pero, se trataba de San Antonio del Táchira, no de los otros enclaves que llevan el nombre del santo franciscano de Padua. Ni cortos ni perezosos, al ser reclamadas las campanas, por sus legítimos destinatarios, los lugareños dijeron: ¡Vengan a buscarlas! Como nadie apareció allí están desde hace casi un siglo.

Lo mejor de la historia es que un anciano del lugar quien vive actualmente en Canaguá, afirma que dichas campanas habían sido donadas por el General Juan Vicente Gómez al pueblo tachirense fronterizo, perteneciente entonces a la Diócesis de Mérida, a petición de una hermosa joven que había sido novia del General de La Mulera.

Dejamos constancia de lo recogido, a la espera de que algún benévolo lector, arroje luces sobre este relato, bien sea para corroborarlo o corregir lo que la tradición oral ha trasmitido desde hace un siglo. Lo cierto es que, de acuerdo con los feligreses, el año próximo, celebraremos por todo lo alto el centenario de las dos campanas que dan lustre y cantarino son a las celebraciones religiosas de San Antonio de Estanques. Por: Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo. Fuente: http://ns1.arquidiocesisdemerida.org.ve/arqmrd/arquidiocesishoy/12.%20Las%20campanas....pdf
 
 
FIESTAS PATRONALES EN HONOR A LA SANTA CRUZ DE ESTANQUES

Las Fiestas Patronales en Honor a la Santa Cruz de Estanques, que es la patrona de los Estanqueros, siendo el nombre que caracteriza a su gentilicio, celebración que se realiza desde el 14 al 30 de septiembre con exposiciones artesanales, actividades deportivas, cabalgatas de caballos, misas y se elige en un majestuoso evento la reina que representara a Estanques en diferentes actividades.

CANDIDATAS A LAS FERIAS AGRÍCOLAS 2022 EN HONOR A LA SANTA CRUZ DE ESTANQUES

 






 

CANDIDATAS A LAS FERIAS AGRÍCOLAS 2019 EN HONOR A LA SANTA CRUZ DE ESTANQUES

 
 





 LA REINA DE LAS FERIAS AGRÍCOLAS 2019

La Señorita Yoxani Peña representante de Quebrada del Loro

1era Finalista Scarly Briceño Sabaneta

2da Finalista Alejandra García Centro de Estanques

Fotógrafo oficial: Rafa Soto


  

REINAS DEL RECUERDO

 Reina de las Ferias de Estanques 1993

Reina de las Ferias de Estanques 1992: Neyda Blanca Flores Peña

 Reina de las Ferias de Estanques 1987: Sonia Hernández


RECUERDOS DE VARIAS REINAS


PARA EL RECUERDO, ENTIERRO DEL SEÑOR ATILIO UZCÁTEGUI


LIMITES:
 
NORTE: Parroquia Chiguará Municipio Capital Sucre
SUR: Parroquia Pueblo Nuevo Del Sur Municipio Capital  Sucre, Parroquia  El Molino, Chacantá Del Municipio Arzobispo Cachón
ESTE: Municipio Capital Sucre
OESTE: Parroquia Mesa De Las Palmas y Mesa Bolívar del Municipio Antonio Pinto Salinas.
 

 
 
POBLACION: 7500 Aproximadamente 

CENTROS ELECTORALES
Concentración  Escolar Estanques. Nº 1803001. Estanques
Esc. Bas.  Estadal 246 .Nº 1803002. Quebrada del Loro Alto
Esc. Bas. Estadal 1133.Nº 1803003. Rincón del Palmar
Esc. Bas.  Estadal 327.Nº 1803004. El Hato
Esc. Bas, Estadal. San Antonio. Nº 1803005. San Antonio
Esc. Bas, Estadal. 107. Nº 1803006. Quirorá.
Esc. Estadal. 1133. Nº 1803007. Las Labranzas.
Esc.  Estadal. 241. Nº 1803008. San Pablo
U. E: Santo Domingo. Nº 1803009. Santo Domingo

CIRCUITOS: no hay

PODER COMUNAL Y ORGANIZACIÓN COMUNITARIA

CONSEJOS COMUNALES

ALDEA EL RINCON DEL JARILLAL:
Los Tanques
El Paramito
El Verdal
El Palmar

ALDEA QUIRORA:
Quirora  103
Cuesta de los Huelles
La Plaza
El filo

ALDEA SAN  PABLO:
San Pablo Alto
San Pablo Medio
San Pablo Bajo

ALDEA SAN ANTONIO:
La Arisca.
La Plaza.
El Filo  de San Antonio
Las Labranzas

ALDEA LOS JOQUES
Los Joques.

ALDEA MOCOCHOPO
Mocochopo

SECTOR TUSTA
Tusta

ALDEA EL HATO:
El Hato De Estanques  114.
El Hato Bajo.

ESTANQUES
Centro de Estanques  (tiene Cementerio)

ALDEA EL COROZO
El Corozo

ALDEA LOS CUCHARONES- SABANETA
Los Cucharones
Sabaneta

ALDEA SANTO DOMINGO
Santo Domingo

ALDEA QUEBRADA DEL LORO ALTO:
Bolero
La Cancha
Asentamiento Campesino

ALDEA QUEBRADA DEL LORO BAJO:
Casa La Teja.
Quebrada de Loro Bajo


DENTRO DE LAS INSTALACIONES DE LA CASA MUNICIPAL DE LA PARROQUIA ESTANQUES SE ENCUENTRAN UBICADOS TRES (3) ORGANISMOS DEL ESTADO, VALE MENCIONAR:

1.- LA PREFECTURA

La Prefectura de la parroquia Estanques ayuda a contribuir con el fortalecimiento de las buenas costumbres, convivencia ciudadana, orden público y la resolución de conflictos presentados entre ciudadanos, utilizando los mecanismos de mediación y conciliación, apegados al ordenamiento jurídico correspondiente, para una mejor calidad de vida de la persona como cualidad principal al fortalecimiento de la parroquia. La prefectura presta los siguientes servicios: Declaración jurada, Constancia de Residencia, Constancia de Carga Familiar, Autorización de viaje a niños, niñas y adolescentes, permiso de mudanza, denuncia de género, denuncia de violencia hacia la mujer, avales para espectáculos públicos, constancia de bajo recurso, mediador y conciliador entre los miembros de la comunidad en conflicto, mantener actualizado los sistema de información vecinal y realizar diferentes citaciones.

2.- REGISTRO CIVIL

El Registro Civil, es un Servicio Público esencial, mediante el cual se materializa el derecho constitucional a la identidad de todas las personas, a través de la inscripción del nacimiento así como los demás actos y hechos que modifican o extinguen el estado civil; confiriéndole eficacia y pleno valor probatorio a todas las actuaciones y declaraciones contenidas en sus archivos.

Su actividad es de carácter regular, continua, ininterrumpida, orientada al servicio de las personas y la prestación del servicio es gratuita.  Fuente: http://www.cne.gob.ve/registrocivil/index.php/concepto_registro_civil

Desde el año 1884 funciona el Registro Civil en la Parroquia Estanques, el cual estaba ubicado donde actualmente está el ambulatorio de la comunidad, luego en el año 1979 se inauguró la Casa Municipal y fue mudado para dicho lugar, el servicio era prestado por el Prefecto Civil, hasta el año 2006 cuando se designa como funcionario a la ciudadana Abogada Elsa Marina Peña Rondón, por la primera Autoridad Civil del Municipio, con el cargo de Registradora Civil de la parroquia Estanques del Municipio Sucre del Estado Bolivariano de Mérida.

El Registro Civil de la parroquia Estanques tienen como propósito inscribir todos los hechos afectantes del estado civil de las personas, para que públicamente conste la versión oficial sobre la existencia, estado y condición civil de cada individuo. 

Entre los servicios prestado por el Registro Civil de la Parroquia Estanques los cuales se encuentran establecido en el artículo 3 de la Ley Orgánica de Registros Civiles del año 2009 se mencionan los siguientes: registro y certificación del acta de nacimientos, la constitución de vínculo matrimonial, el reconocimiento constitución y disolución de las uniones estables de hecho, registro y certificación del acta la defunción, constancia de residencia (recepción, verificación y firma de la constancia de residencia emitida por el CNE), rectificaciones de actas del estado civil (recepción de documentos para se tramitada a través del Registro Municipal). Además la Unidad de Registro Civil la Parroquia Estanques emite la Carta de Soltería y la Constancia de Fe de Vida con autorización de la Alcaldía del Municipio Sucre del Estado Bolivariano de Mérida.

  Personal que laboró en el Registro Civil de la Parroquia Estanques
Ver los Requisitos solicitados para los diferentes tramites en el Registro Civil

3.- INSTITUTO NACIONAL DE SALUD AGRÍCOLA INTEGRAL (INSAI)

Es un organismo del Estado encargado de velar que se cumpla la legislación sobre defensas zoosanitarias y fitosanitarias impidiendo la introducción y/o diseminación de enfermedades y plagas que atentarían contra la sustentabilidad y soberanía agroalimentaria en el país. Pero además es un ente encargado de proyectarse para coadyuvar en el logro de una agricultura sustentable, de amplia incorporación y participación de todos los sectores del campo y del derecho al disfrute de un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado. Fuente: http://www.insai.gob.ve/la-institucion/

Entre los servicios prestados por la Oficina de INSAI se mencionan los siguientes: Validación de Permiso para movilización de Productos y Sub-Productos Vegetal y Animal en su estado natural, Inspecciones a predios, almacenadoras y distribuidoras, registro en RUNSAI y Asesoramiento Técnico a Productores.

Casa Municipal de la Parroquia Estanques

Dirección: Localidad Estanques, Calle Principal, Casa Municipal, Punto de referencia Diagonal a la Iglesia. Municipio Sucre del Estado Bolivariano de Mérida – Venezuela

EL CUERPO DE POLICÍA NACIONAL BOLIVARIANA (CPNB)

Es la principal fuerza de seguridad civil en el país, que comenzó a operar el 20 de diciembre de 2009.

Para el año 2006, la Comisión Nacional para la Reforma Policial (CONAREPOL), realizó diversos estudios con el fin de establecer una nueva policía en todo el territorio de la República Bolivariana de Venezuela, ya que hasta ese entonces solo existían cuerpos policiales específicos como el CICPC, estadales como PoliZulia y municipales como PoliChacao, a pesar de que la Constitución de 1999 establecía que también debía crearse un cuerpo a nivel nacional que conviviera con los ya existentes.

La creación de la Policía Nacional se basa en el artículo 332 de la Constitución Nacional, en el que se establece que el Ejecutivo Nacional para mantener y restablecer el orden público, proteger al ciudadano o ciudadana, hogares, familias, apoyar las decisiones de las autoridades competentes y asegurar el pacífico disfrute de las garantías y derechos constitucionales, de conformidad con la ley, organizará:

·        *Un cuerpo uniformado de policía nacional.

·        *Un cuerpo de investigaciones científicas, penales y criminalísticas.

·   *Un cuerpo de bomberos y bomberas, administración de emergencias de carácter civil.

·        *Una organización de protección civil y administración de desastres.

Los órganos de seguridad ciudadana son de carácter civil, respetarán la dignidad y los derechos humanos, sin discriminación alguna.

 

CENTROS DE EXPERTICIA DE LA DIRECCIÓN DE TRÁNSITO TERRESTRE DEL CUERPO DE POLICÍA NACIONAL BOLIVARIANA (CPNB)

El Jefe de Experticia Técnica de Seriales de la División de Investigación de Vehículos, S/J Jorge Arroyo, informó que en el país hay un total de 125 Centros de Experticia de la Dirección de Tránsito Terrestre del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (Cpnb), para realizar la revisión e inspección técnica de los vehículos ante la autoridad competente en la materia.

Durante el espacio radial “PNB Avanzando Junto al Pueblo” que se transmite por @pnbvzla, el Supervisor en Jefe, indicó que la División de Experticia Técnica de Vehículos, es la encargada de coordinar y elaborar estrategias que permiten garantizar la legalidad de todos los vehículos que circulan en el país.

Además, agregó que el Departamento de Experticia es el encargado de entregar al ciudadano los documentos públicos donde se establece su legalidad, “existen dos formatos, uno que es el informe técnico que se lleva a cabo cuando los seriales son alterados productos de algún siniestro o accidente y el otro que es la verificación técnica propiamente dicha”.

La población de Estanques cuenta con un Centro de Experticias del CPNB.

 
PARA LLEGAR A ESTANQUES
 
Está a unos 40 kilómetros de la ciudad de Mérida a 20 de El Vigía por la autopista Mérida - El Vigía (Dr. Rafael Caldera), se busca en el Distribuidor antes de entrar o al salir de los túneles la vía hacia Tovar y Bailadores, luego a pocos minutos se encuentra con un punto de Control de Transito Terrestre y la entrada a Estanques, es la misma entrada para los Pueblos del Sur. 

UBICACIÓN
N 08º 27,566'   W  71º 32,052' (En la capilla).


En Google Maps: 8.459348, -71.534434

ALTURA
500 msnm

SITIOS DE INTERÉS

SAN ANTONIO DE ESTANQUES

CASCADA DEL DORADO, EL AGUA ES PARA EL CONSUMO DE SU HABITANTES

MONASTERIO TRAPENSE NUESTRA SEÑORA DE LOS ANDES

SAN RAFAEL DEL HATO

LOS JOQUES

EL RINCÓN DEL JARILLAL

TUSTA
 
 
SAN PABLO DE ESTANQUES

COMPLEJO TURÍSTICO RECREACIONAL “VEGASOL”


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS Y ELECTRÓNICAS
 

Fortunato José González Cruz (2021). Por la Calle Real. [En línea]. Disponible en: https://blogacademiademerida.org.ve/wp-content/uploads/2021/02/POR-LA-CALLE-REAL.-FORTUNATO-GONZALEZ-CRUZ-1.pdf

Carretera Dr. Rafael Caldera. [En línea]. Disponible en: https://hmong.es/es/Autopista_Rafael_Caldera

Luis Alberto Ramírez Méndez (2022). La tierra prometida del sur del Lago de Maracaibo. Los valles de Chama, Onia, Culígría y Guaroríes. T. VI. [En línea]. Disponible en: https://www.researchgate.net/publication/358891096_La_tierra_prometida_del_sur_del_Lago_de_Maracaibo_Los_valles_de_Chama_Onia_Culigria_y_Guarories_T_VI

Grupo en Facebook. Estanques, portal de los pueblos del Sur, Mérida- Venezuela (2022). Disponible en:  https://www.facebook.com/groups/185292081485329/
 
VTV/GG (2022). PNB dispone más de 120 centros de experticia en el país. Disponible en: https://www.vtv.gob.ve/pnb-dispone-centros-experticia-pais/

Alexi Valero L. (2020). Grupo en Facebook. Historias del Municipio Sucre del Estado Mérida. Disponible en:  https://www.facebook.com/alevallop67/

Claudia Lisbet Ramírez Bedoya (2020). Riqueza y poder en los Andes venezolanos: La hacienda Estanques como propiedad territorial (Siglos XVI-XIX). Disponible en: http://revistas.historico.upel.edu.ve/index.php/tiempo_y_espacio/article/view/8735

La Policía Nacional Bolivariana cumple 10 años (2019). Disponible en: http://www.minec.gob.ve/la-policia-nacional-bolivariana-cumple-10-anos/

Germán Montero Alcalá (s.f.). Estanques. Disponible en: http://www.pueblosdevenezuela.com/Merida/ME-Estanques.htm

Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo. La Crónica Menor: Las Campanas de San Antonio. Disponible en: http://ns1.arquidiocesisdemerida.org.ve/arqmrd/arquidiocesishoy/12.%20Las%20campanas....pdf

Capilla de la Santa Cruz de los Estanques - Capilla de la Urbina. Disponible en: http://meridatudestino.com/index.php/atractivos/edificios-y-monumentos/289-capilla-de-la-santa-cruz-de-los-estanques-capilla-de-la-urbina

José Felipe Luna (2010). Anécdotas de José Antonio Páez. Disponible en: http://josefelipeluna.blogspot.com/2010/02/anecdotas-de-jose-antonio-paez.html 

Luis, Bastidas Valecillos (2008). Historia y memoria. Simbolizaciones sobre el territorio en algunas comunidades rurales de Mérida y Barinas. Presente y Pasado. Revista de Historia. Disponible en: http://www.saber.ula.ve/bitstream/handle/123456789/26746/articulo4.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Roberto Carlos (2008). Abolición de la esclavitud: Paradigma de Libertad. Disponible en: http://www.aporrea.org/poderpopular/a53759.html

Elba Romero López (2011). Estirpe venezolana: anécdotas de la historia de Venezuela. Disponible en: http://orinocopadrerio.blogspot.com/2011/10/estirpe-venezolana-anecdotas-de-la.html

Jaime Laffaille (2010). Testigos de las plegarias en tiempos del terremoto de 1894. Disponible en: www.cecalc.ula.ve

La Biblioteca Pública Central Simón Bolívar.

Biblioteca Central "Tulio Febres Cordero".

Horacio Moreno (2014). La Ruta de Juan Rodriguez Suarez. Disponible en: http://riobobenseelcarpinterodelamontanaazul.blogspot.com/2014/11/la-ruta-de-juan-rodriguez-suarez-en-la.html

Luis Enrique Peña H. (2016). Desarrollo de Promoción Turística para el posicionamiento de la Comunidad de Estanques, Parroquia Estanques, Municipio Sucre  Del Estado Mérida.

Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Población empadronada por sexo, según entidad federal, municipio y parroquia del año 2011. [En línea]. Disponible en: http://www.ine.gov.ve/documentos/Demografia/CensodePoblacionyVivienda/xls/CuadrosResumenCenso2011/MunicipiosParroquias/Poblacion_Sexo_Censo_2011_Mu_Pa.xlsx

Relatos sobre la Historia de Estanques a través de los pobladores de la Parroquia Estanques.


Coordinadores:

Habitante: Xiomara Peña
Ex-Registradora Civil: Elsa Marina Peña
Integrante del Consejo Comunal: Solaida Hernández


Correos Electrónicos: cc_centro_estanques@hotmail.com
                                                  cc.centro.estanques@gmail.com


Cualquier información, recomendación, corrección o fotos para la actualización de la pagina hacerlo al siguiente correo electrónico: ajmp259@gmail.com

Colaboración y Diseño del Blog:
Licdo en Contaduría Pública Alexander Javier Méndez Pérez. Solo WhatsApp: 0416-672.36.80
 

TE OFREZCO LOS SIGUIENTES SERVICIOS

  
 
 
 



Ultima actualización: 27-11-2022

3 comentarios:

  1. Saludos como puedo hacer para contactarlos...

    ResponderEliminar
  2. Es un gran pueblo emblemático y de su gente le a dado al país grandes profesionales apareció y quiero a mi bello pueblo

    ResponderEliminar
  3. Buenas tardes, me encantaría saber sobre sobre la historia del trapiche que se encuentra en el pueblo de El Dorado. Lo que quedan son ruinas, pero sería interesante saber al respecto. Gracias!!!
    Felicitaciones por este gran trabajo. Mi madre nació y creció en Estanques, allí pasaba las mejores vacaciones de mi vida... Un lugar lleno de gente muy querida.

    ResponderEliminar

Contador de Visitas

Contador de Visitas

clocks for websitecontadores web
siguenos en facebook siguenos en Twitter Canal de youtube